En la cima de las montañas más altas de Bolivia y Perú se encuentra más del 90% de los glaciares tropicales de la Tierra (10.1016/S0921-8181(99)00028-4). Su existencia en estas latitudes bajas se debe principalmente a dos factores: la altitud y las precipitaciones. En el noreste de la Cordillera Boliviana, donde las montañas alcanzan altitudes superiores a los 6.000 m sobre el nivel del mar (msnm), y la humedad llega desde la cuenca amazónica en cantidades considerables durante el verano austral (10.1016/S0031-0182(03)00269-4), la nieve permanece en la cima de estas altas montañas durante todo el año (Figura 1). En esta región boliviana hay una acumulación neta de nieve por encima de altitudes cercanas a los 5.500 msnm, por lo que los glaciares se mantienen (10.5194/tc-7-81-2013). El papel de las precipitaciones en la aparición de los glaciares queda claro si nos desplazamos al suroeste de Bolivia, donde incluso zonas de 6.000 m de altitud pueden estar libres de glaciares debido a la aridez.
En las últimas décadas, los glaciares de los Andes tropicales han retrocedido en estrecha relación con el aumento observado de la temperatura del aire en superficie a gran altura (10.5194/tc-7-81-2013). Existen varios escenarios de aumento de la temperatura que proyectan el futuro próximo de estos glaciares, sin embargo, todavía hay muchas incertidumbres al considerar los cambios en las precipitaciones, así como otros factores que influyen en el balance de masa y energía de estos glaciares (10.1016/j.earscirev.2017.09.019). Son muchas las preocupaciones asociadas al retroceso de los glaciares, entre ellas el suministro de agua para la agricultura y el consumo humano, así como las relacionadas con la integridad de los ecosistemas y los riesgos glaciares. Por lo tanto, es necesario un conocimiento detallado de los aspectos glaciológicos, hidrológicos y climáticos para diseñar medidas de adaptación eficaces para el retroceso de los glaciares.
La selva amazónica evapotranspira a la atmósfera cantidades masivas de vapor de agua, que se condensan y se evapotranspiran varias veces a lo largo de la cuenca del Amazonas y abastecen a los Andes tropicales de aire húmedo y las consiguientes nevadas. La deforestación de la Amazonía amenaza el reciclaje de las precipitaciones y el flujo de vapor de agua exportado a los Andes, lo que favorecería un retroceso glacial aún mayor. Sin embargo, las observaciones de las precipitaciones y de la circulación atmosférica en las regiones amazónica y andina son recientes y escasas como para proporcionar proyecciones precisas sobre las futuras precipitaciones en los glaciares de los Andes tropicales. Por lo tanto, se necesitan más análisis de observación y modelización para mejorar nuestra comprensión de las conexiones entre los bosques amazónicos y el clima y el ciclo del agua en los Andes (10.3389/feart.2020.00064).
Motivados por este desafío, un equipo francés, ruso, boliviano y brasileño perforó un núcleo de hielo en el Nevado Illimani para interpretar sus registros en relación con la circulación atmosférica y las precipitaciones (Figura 2). Los núcleos de hielo se recuperan en la zona de acumulación del glaciar, donde los sucesivos depósitos de nieve forman gruesas capas de hielo, y se mantienen varias características de la atmósfera en el momento de la precipitación de la nieve. La firma de polvo atmosférico en el núcleo de hielo se ha interpretado como un proxy de las condiciones turbulentas que son causadas por la actividad convectiva local y regional (10.5194/tc-15-1383-2021), que a su vez explica la mayor parte de las precipitaciones en los Andes tropicales (10.1016/S0031-0182(03)00269-4). Los fuertes vientos causados por la actividad convectiva son capaces de suspender partículas de polvo gigantes (de más de 20 µm de diámetro) en las cercanías del Nevado Illimani y luego imprimir una señal en el núcleo de hielo (10.5194/tc-15-1383-2021).
Por lo tanto, los registros de núcleos de hielo andinos pueden proporcionar información valiosa sobre el flujo de vapor de agua entre la cuenca del Amazonas y los Andes tropicales. Además, una mayor comprensión de esta cuestión podría ser un factor clave para combatir la deforestación en la Amazonía y mitigar el retroceso de los glaciares en los Andes tropicales.
Filipe Lindau forma parte de la red LAECESS (Latin America Earth System Scientist network)