• Autenticarse
nibö
  • Bio+Geo+Ambiente
    Los vampiros de Wall Street ‘capitalizan’ la crisis hídrica global: la sed del planeta empieza a cotizarse en el mercado de futuros

    Los vampiros de Wall Street ‘capitalizan’ la crisis hídrica global: la sed del planeta empieza a cotizarse en el mercado de futuros

    Lo que sabemos y lo que no sobre la nueva variante del SARS-CoV-2

    Lo que sabemos y lo que no sobre la nueva variante del SARS-CoV-2

    Menos embalajes y adornos reciclados: recomendaciones para unas Navidades más sostenibles

    Menos embalajes y adornos reciclados: recomendaciones para unas Navidades más sostenibles

    La percepción del cambio climático en las regiones costeras

    La percepción del cambio climático en las regiones costeras

    El dominio de los microorganismos y los genes, ¿tercera revolución alimentaria?

    El dominio de los microorganismos y los genes, ¿tercera revolución alimentaria?

    CC BY WOODHOUSE

    La paradoja de la contaminación por los plásticos

  • Física+Química
    Cathy O’Neil: “No me fío de los modelos matemáticos para explicar la pandemia”

    Cathy O’Neil: “No me fío de los modelos matemáticos para explicar la pandemia”

    El fósforo: un elemento esencial para la vida que también puede acabar con ella

    El fósforo: un elemento esencial para la vida que también puede acabar con ella

    Los modelos matemáticos no predicen el futuro, pero ayudan a entenderlo

    Los modelos matemáticos no predicen el futuro, pero ayudan a entenderlo

    Charpentier y Doudna ganan el Premio Nobel de Química por sus tijeras genéticas

    Charpentier y Doudna ganan el Premio Nobel de Química por sus tijeras genéticas

    El teorema del mosquito y la teoría de los eventos

    El teorema del mosquito y la teoría de los eventos

    Las dos mutaciones en la hemoglobina que hicieron posible nuestra existencia

    Las dos mutaciones en la hemoglobina que hicieron posible nuestra existencia

  • Tecnología+Web
    Recursos libres y cartografía colaborativa

    Recursos libres y cartografía colaborativa

    Cathy O’Neil: “No me fío de los modelos matemáticos para explicar la pandemia”

    Cathy O’Neil: “No me fío de los modelos matemáticos para explicar la pandemia”

    La COVID-19 saca a la luz las desigualdades en el uso de Internet en América Latina

    La COVID-19 saca a la luz las desigualdades en el uso de Internet en América Latina

    Diez actitudes críticas ante la tecnología

    Diez actitudes críticas ante la tecnología

    Las cinco claves básicas que revelan las mentiras de la Inteligencia Artificial

    Las cinco claves básicas que revelan las mentiras de la Inteligencia Artificial

    El impacto medioambiental de la sociedad de la información

    El impacto medioambiental de la sociedad de la información

  • Cultura+Sociedad
    Paleoantropología: novedades 4º trimestre 2020

    Paleoantropología: novedades 4º trimestre 2020

    Livingstone, Stanley y Leopoldo II: la historia olvidada de África

    Livingstone, Stanley y Leopoldo II: la historia olvidada de África

    Los vampiros de Wall Street ‘capitalizan’ la crisis hídrica global: la sed del planeta empieza a cotizarse en el mercado de futuros

    Los vampiros de Wall Street ‘capitalizan’ la crisis hídrica global: la sed del planeta empieza a cotizarse en el mercado de futuros

    Preguntas y respuestas sobre las pinturas rupestres de la amazonía colombiana

    Preguntas y respuestas sobre las pinturas rupestres de la amazonía colombiana

    BY CC

    Federico Engels: 200 años del nacimiento de un titán del pensamiento crítico

    La edad dorada de Atenas, Pericles y una plaga devastadora

    La edad dorada de Atenas, Pericles y una plaga devastadora

  • Salud+Mente
    Tormenta de citoquinas: el lado oscuro de la inflamación en la covid-19

    Tormenta de citoquinas: el lado oscuro de la inflamación en la covid-19

    Lo que sabemos y lo que no sobre la nueva variante del SARS-CoV-2

    Lo que sabemos y lo que no sobre la nueva variante del SARS-CoV-2

    La edad dorada de Atenas, Pericles y una plaga devastadora

    La edad dorada de Atenas, Pericles y una plaga devastadora

    El fósforo: un elemento esencial para la vida que también puede acabar con ella

    El fósforo: un elemento esencial para la vida que también puede acabar con ella

    ¿Son los virus un desafío científico insuperable?

    ¿Son los virus un desafío científico insuperable?

    Neuroinvasión del SARS-CoV-2: consecuencias a largo plazo

    Neuroinvasión del SARS-CoV-2: consecuencias a largo plazo

Sin resultados
Ver todos los resultados
nibö
  • Bio+Geo+Ambiente
    Los vampiros de Wall Street ‘capitalizan’ la crisis hídrica global: la sed del planeta empieza a cotizarse en el mercado de futuros

    Los vampiros de Wall Street ‘capitalizan’ la crisis hídrica global: la sed del planeta empieza a cotizarse en el mercado de futuros

    Lo que sabemos y lo que no sobre la nueva variante del SARS-CoV-2

    Lo que sabemos y lo que no sobre la nueva variante del SARS-CoV-2

    Menos embalajes y adornos reciclados: recomendaciones para unas Navidades más sostenibles

    Menos embalajes y adornos reciclados: recomendaciones para unas Navidades más sostenibles

    La percepción del cambio climático en las regiones costeras

    La percepción del cambio climático en las regiones costeras

    El dominio de los microorganismos y los genes, ¿tercera revolución alimentaria?

    El dominio de los microorganismos y los genes, ¿tercera revolución alimentaria?

    CC BY WOODHOUSE

    La paradoja de la contaminación por los plásticos

  • Física+Química
    Cathy O’Neil: “No me fío de los modelos matemáticos para explicar la pandemia”

    Cathy O’Neil: “No me fío de los modelos matemáticos para explicar la pandemia”

    El fósforo: un elemento esencial para la vida que también puede acabar con ella

    El fósforo: un elemento esencial para la vida que también puede acabar con ella

    Los modelos matemáticos no predicen el futuro, pero ayudan a entenderlo

    Los modelos matemáticos no predicen el futuro, pero ayudan a entenderlo

    Charpentier y Doudna ganan el Premio Nobel de Química por sus tijeras genéticas

    Charpentier y Doudna ganan el Premio Nobel de Química por sus tijeras genéticas

    El teorema del mosquito y la teoría de los eventos

    El teorema del mosquito y la teoría de los eventos

    Las dos mutaciones en la hemoglobina que hicieron posible nuestra existencia

    Las dos mutaciones en la hemoglobina que hicieron posible nuestra existencia

  • Tecnología+Web
    Recursos libres y cartografía colaborativa

    Recursos libres y cartografía colaborativa

    Cathy O’Neil: “No me fío de los modelos matemáticos para explicar la pandemia”

    Cathy O’Neil: “No me fío de los modelos matemáticos para explicar la pandemia”

    La COVID-19 saca a la luz las desigualdades en el uso de Internet en América Latina

    La COVID-19 saca a la luz las desigualdades en el uso de Internet en América Latina

    Diez actitudes críticas ante la tecnología

    Diez actitudes críticas ante la tecnología

    Las cinco claves básicas que revelan las mentiras de la Inteligencia Artificial

    Las cinco claves básicas que revelan las mentiras de la Inteligencia Artificial

    El impacto medioambiental de la sociedad de la información

    El impacto medioambiental de la sociedad de la información

  • Cultura+Sociedad
    Paleoantropología: novedades 4º trimestre 2020

    Paleoantropología: novedades 4º trimestre 2020

    Livingstone, Stanley y Leopoldo II: la historia olvidada de África

    Livingstone, Stanley y Leopoldo II: la historia olvidada de África

    Los vampiros de Wall Street ‘capitalizan’ la crisis hídrica global: la sed del planeta empieza a cotizarse en el mercado de futuros

    Los vampiros de Wall Street ‘capitalizan’ la crisis hídrica global: la sed del planeta empieza a cotizarse en el mercado de futuros

    Preguntas y respuestas sobre las pinturas rupestres de la amazonía colombiana

    Preguntas y respuestas sobre las pinturas rupestres de la amazonía colombiana

    BY CC

    Federico Engels: 200 años del nacimiento de un titán del pensamiento crítico

    La edad dorada de Atenas, Pericles y una plaga devastadora

    La edad dorada de Atenas, Pericles y una plaga devastadora

  • Salud+Mente
    Tormenta de citoquinas: el lado oscuro de la inflamación en la covid-19

    Tormenta de citoquinas: el lado oscuro de la inflamación en la covid-19

    Lo que sabemos y lo que no sobre la nueva variante del SARS-CoV-2

    Lo que sabemos y lo que no sobre la nueva variante del SARS-CoV-2

    La edad dorada de Atenas, Pericles y una plaga devastadora

    La edad dorada de Atenas, Pericles y una plaga devastadora

    El fósforo: un elemento esencial para la vida que también puede acabar con ella

    El fósforo: un elemento esencial para la vida que también puede acabar con ella

    ¿Son los virus un desafío científico insuperable?

    ¿Son los virus un desafío científico insuperable?

    Neuroinvasión del SARS-CoV-2: consecuencias a largo plazo

    Neuroinvasión del SARS-CoV-2: consecuencias a largo plazo

nibö
Sin resultados
Ver todos los resultados

Livingstone, Stanley y Leopoldo II: la historia olvidada de África

por Jeison Padilla
13 enero, 2021
en Cultura+Sociedad
Inicio Cultura+Sociedad
Compartir en FacebookCompartir en TwitterEnviar por correo electrónico

El Dr. David Livingstone dedicó su vida a “llevar la civilización” y la fe cristiana al interior desconocido de África, a la vez que a combatir la trata de esclavos negros. Pero los relatos viajes despertarían un interés muy distinto que el filántropico sobre el continente negro. Henry Stanley y Leopoldo II de Bélgica apuntalarían sobre el legado de Livingstone la empresa del “Estado Libre del Congo” que terminaría siendo el escenario de nuevas e inauditas atrocidades contra las razas nativas del África.

La situación africana en el siglo XIX

A partir del siglo XVI África había sido profundamente trastocada por la trata de esclavos. La intensa demanda de brazos para las colonias europeas del nuevo mundo tendió al despoblamiento de regiones enteras y a la crisis de los equilibrios de poder tradicionales, con el resultado de que la mayor parte de los poderes estatales nativos habían colapsado al iniciar el siglo XIX.

Pero la decadencia del comercio esclavista también crearía grandes perturbaciones. En Gran Bretaña se fue posicionando una corriente de opinión contraria a la esclavitud que logró su abolición legal en todo su imperio para 1834, pasando la Royal Navy a perseguir el tráfico negrero como piratería. El cambio de actitud del Imperio Británico, de traficante a abolicionista, puede entenderse como efecto del profundo cambio que implicaba la revolución industrial, una tensa situación social y el triunfo del liberalismo generados por ella; añadiéndose a esto el cambio de foco de sus ambiciones ultramarinas, de América a la India y China, y el empeño, luego de las guerras napoleónicas y contra los Estados Unidos, de entorpecer los desarrollos económicos rivales mediante el corte del vital flujo de mano de obra.

El tráfico esclavista seguiría existiendo de modo ilegal, pero su centro de gravedad se desplazaría al oriente africano, donde seguía en pie la demanda musulmana de esclavos. Estados islámicos, como el insular sultanato de Zanzíbar impulsaban su economía de comercio de marfil y plantaciones para la exportación mediante mano de obra esclava. Este comercio humano cobraba allí la forma de razias de saqueo que desolaban las regiones de Tanganica, el Alto Congo y los Grandes Lagos, donde sus efectos fueron registrados por los misioneros europeos que se internaban en un continente prácticamente desconocido para occidente.

Antecediendo y en gran medida abriendo y preparando el camino de agentes comerciales y consulares se encontraban los misioneros. Las iglesias protestantes no mostraron gran entusiasmo en la propagación del cristianismo hasta que las naciones protestantes adquirieron un destacado papel colonial. Al contrario de las viejas misiones católicas, las protestantes aprovechaban los últimos descubrimientos de la ciencia, como las nuevas aplicaciones médicas, para cimentar su influencia en los nativos. En su óptica la cultura europea, era consustancial al evangelio, y su misión era, por tanto no simplemente evangelizar, sino además introducir en las poblaciones el modo de vida europeo, la civilización material europea, que es lo mismo decir las mercancías europeas, con lo que finalmente prestaban valioso servicio al comercio.

La búsqueda de Livingstone, hecho mediático.

Es en este contexto que adquiere fama el doctor David Livingstone (1813-1873) misionero inglés enviado al sur de África por la London Missionary Society en 1841. Pronto desarrollo una gran inquietud por los viajes que solía realizar sin la compañía de otros blancos.


David Livingstone.
Obtenida de: https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/2/21/David_Livingstone_-1.jpg

A partir de 1849 la vocación misionera de Livingstone lo lleva a emprender la exploración del entonces ignoto interior africano con el cruce del desierto de Kalahari, tras el cual descubre el Río Zambeze y sus cataratas. En 1852 emprende la gran hazaña que le costará 4 años completar, atravesar el continente desde su costa índica a hasta la atlántica y de regreso, durante la cual descubre para Europa las Cataratas de Victoria. De 1858 a 1864, ya como cónsul de Inglaterra, emprende la exploración del Zambeze y sus afluentes, siendo el primer hombre blanco en llegar al Lago Nyassa.

“Tenemos todo un mundo ante nosotros”, solía decir, sistematizando la inmensidad y riqueza de las tierras que con sus viajes se descubrían a la civilización europea. Linvingstone reseñó sus vivencias en dos libros que lo hicieron reconocido en el mundo: “Viajes e Investigaciones de un Misionero en el África del Sur” (1857) y “Narración de una expedición al Zambeze y sus afluentes” (1865). Sus descripciones minuciosas de los países visitados inflamaron la imaginación de toda una generación de exploradores y cazadores de fortunas, a la vez que sus apasionadas denuncias de los atroces efectos del comercio árabe de esclavos lo convirtieron en el abanderado favorito del abolicionismo de Europa y América. Para él el tráfico humano se combatía con la introducción del cristianismo en tierras africanas, con el establecimiento de misiones europeas; en pocas palabras aumentando la zona de influencia europea en África.

En esa época de mediados del siglo XIX los cambios sociales que cerraban el ciclo de la trata de esclavos abrían a su vez en nuevo interés en el continente negro. La industrialización y la revolución de los transportes impulsaron la búsqueda de nuevos mercados a la vez que posibilitaban la explotación comercial e industrial de los países de ultramar. Europa a su vez era, después de las revoluciones de 1848, un hervidero de tensiones sociales y nacionales que no sólo le quitaban el sueño a los gobiernos conservadores, sino que incluso a los liberales que pretendían la reforma pacífica de la sociedad. Paralelamente el proteccionismo, remplazaba de a poco al librecambio en la política económica europea; cada potencia aspiraba a una esfera de influencia mundial propia para el desarrollo sin competencia de su comercio e industria. La migración se veía además como válvula de escape social; se empezaron a escuchar voces en favor de la colonización de ultramar.

Es en este escenario que se desarrolla el último viaje de Livingstone, encargado por la Real Sociedad de Geografía para recorrer la región de los grandes lagos al oeste de Taganika con la intención de determinar de una vez por todas las fuentes del río Nilo, en lo que prometía ser un gran acontecimiento, seguido de cerca por la prensa de Europa y América.

Tras internarse en el continente el contacto con Livingstone se interrumpe. Por cerca de 5 años el paradero y suerte de Livingstone constituiría todo un misterio que haría época. Se sucedieron todo tipo de rumores y especulaciones. ¿Prisionero de los tratantes de esclavos? ¿Devorado por canibales? ¿Atrapado en algún país desconocido? ¿Muerto en defensa de los negros o asesinado por ellos? El caso llegó a protagonizar la lucha de los periódicos newyorkinos por la preferencia del público internacional, lo que condujó al Daily Telegraph y el New York Herald a anunciar la organización de una expedición de rescate en 1869. El New York Herald, vocero del entonces antiesclavista partido republicano: “…era el periódico de mayor tirada del mundo, pero no gozaba ciertamente de la mejor reputación, ya que se consideraba como sumamente indiscreto, poco escrupuloso, vulgar y sensacionalista”

La redacción del Herald puso cargo de la expedición a su reportero estrella, el joven aventurero de origen galés Henry Morton Stanley. Stanley se había ganado un lugar en el periodismo norteamericano con sus relatos de la batallas campales de la guerra civil, de los enfrentamientos con los pieles rojas y sus viajes a países lejanos.

Henry Morton Stanley.
Obtenido de: https://personajeshistoricos.com/wp-content/uploads/2018/02/Henry-Morton-Stanley-01.jpg

Ya en África debió pasar varios meses sin ningún acierto en la búsqueda. A inicios de 1871 se recibe información del posible paradero de Livingstone en la aldea de Ujiji, a orillas del lago Tanganika. Partiendo en abril es apenas a inicios de noviembre que la comitiva de Stanley llega a un gran lago que supone el Tanganika, así de extremadamente dura era la travesía. En la aldea Stanley saluda al único pálido y demacrado hombre blanco que divisa, en una escena que posteriormente se haría celebre a nivel mundial. “Stanley se dirigió hacia él, sosteniendo con respeto el casco tropical en la mano: ‘¿El doctor Livingstone, supongo?’”

Encuentro de Stanley con Livingstone en Ujiji.
Obtenido de: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2017/11/08/paco_nadal/1510106832_781316_1510107757_noticia_normal.jpg

Un Livingstone afectado por las fiebres y la depresión se niega a ser trasladado a Londres, su tarea no había sido cumplida, considera. Pasarán 4 meses juntos explorando la orilla norte del Tanganika. Stanley será el último europeo en ver con vida a Livingstone, el cual morirá en la espesura africana el primero de mayo de 1873.

Al separarse Stanley literalmente corrió a comunicar su hallazgo, el cual llenó las primeras páginas a ambos lados del Atlántico. El Daily Telegraph publicaría la escena, reproducida infinidad de veces alrededor del mundo, en la que Stanley saludaba gentilmente a Livingstone bajo una ondeante bandera estadounidense. Pero una vez en Inglaterra la mala imagen de Stanley, como mercenario y periodista amarillista, hizo que se considerarán como un fraude las informaciones que traía, incluidas las cartas que conformarían “Últimos Diarios de David Livingstone” impreso en 1874. Además de Gordon Bennet, director del New York Herald pareció que había únicamente un hombre dispuesto a creer en las informaciones de Stanley: Leopoldo II de Bélgica.

La trampa mortal del “Estado Libre del Congo”

Leopoldo II de Bélgica.
Obtenido de: https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Leopold_ii_garter_knight.jpg

El rey de Bélgica Leopoldo II (1835-1909), muy atento a las exploraciones desde 1850, fue uno de los primeros gobernantes en intentar una política africana. La pequeña Bélgica era entonces el más próspero de los estados europeos, pero aprisionada entre las grandes potencias y obligada por ellas a la neutralidad política requería desesperadamente opciones de crecimiento fuera de Europa, y África parecía la oportunidad perfecta y el combate contra el esclavismo la excusa perfecta. En 1876 se celebraba en Bruselas una conferencia internacional de geografía, con representantes de toda Europa. La conferencia, orientada hacia la importancia científica de las exploraciones y la necesidad humanitaria de acabar con el tráfico negrero, concluyó con la constitución de la “Sociedad Internacional para la represión de la trata de negros y la promoción del África central”, con el propio rey como presidente del comité ejecutivo y en el fondo su socio capitalista. El comité belga de la Asociación fue el único en entrar en actividad, proponiéndose la instalación de estaciones en la región de los Grandes Lagos justo cuando Stanley retornaba a Europa luego de cruzar África de parte a aparte y reconocer la gran cuenca del Congo durante 3 años. Éste, que nunca logró apoyo alguno en su país natal, accede a ser un agente de los intereses reales belgas, un agente convenientemente investido del aura benéfica del doctor Livingstone.

Entre 1879 y 1884 Stanley orienta el interés belga en el Congo, donde funda estaciones como Leopoldville, futura capital de la región, establece factorías, una red de caminos y un servicio de vapores. En 1882 la Asociación se transforma en la “Asociación Internacional del Congo” que declaró abiertamente una finalidad política, empezando a celebrar tratados cual verdadero estado.

Debido a la falta de acompañamiento del gobierno constitucional belga a la iniciativa de su monarca, está debió revertir la figura de un emprendimiento privado, que en contra de todo proteccionismo declaró sus territorios abiertos para el libre comercio y el libre tránsito. La inversión, hecha en comprar las simpatías de los medios estadounidenses, logró que los Estados Unidos no sólo apoyaran a la Asociación, sino que reconociera su bandera, azul con estrella dorada, como la de un gobierno amigo. Posteriormente el canciller alemán Otto Von Bismarck reconocería a la Asociación del Congo el rango de “potencia soberana”.

La ambición por África ya había cundido en las cancillerías y gobiernos de Europa, lo que llevó a la celebración del Congreso de Berlín de 1884 que decidió el infame “reparto de África”. Allí una instancia del capital privado, como lo era la “Asociación Internacional del Congo”, obtuvo de las principales potencias el reconocimiento de sus aspiraciones. En febrero de 1885 el congreso daba su visto bueno a la constitución del Estado Libre del Congo, con Leopoldo II de Bélgica como gobernante. En Abril el parlamento belga autorizaba al rey a gobernar el Congo en calidad de país Independiente, en realidad un inmenso latifundio de su propiedad personal.

Es así como el impulso filantrópico y el sensacionalismo mediático condujo a la imposición de un poder extranjero sobre una vasta zona del corazón de áfrica. Un poder sin freno que en un momento de violenta expansión capitalista no conoció escrúpulos en la explotación del Congo, de sus recursos y su gente, costando la vida, según estimaciones, de cerca de la mitad de la población nativa. No tardaron en acumularse denuncias sobre maltratos, esclavitud, asesinatos, desplazamientos y mutilaciones en el Congo de Leopoldo II. Relatos que trataron de subestimarse a pesar del esfuerzo de varios viajeros por hacer conocer la verdad. La indignación internacional por el régimen de terror impuesto en el Congo llevó a varias reformas que sin embargo no impidieron que los negocios del caucho y la palma aceitera siguieran lubricándose con sangre humana. Es en la primera década del siglo XX cuando la campaña organizada por el socialista belga Emilio Vandervelde, testigo ocular de los hechos, logra la nacionalización, con un costo de 10 millones de dólares pagados al monarca, de lo que pasaría a ser conocido como el Congo Belga, pero el problema en realidad no era tanto del administrador como si de la administración misma. Los intereses financieros belgas e internacionales asentados en el Congo seguirían gobernando de manera despótica y harían todo lo posible por estorbar y dificultar la posterior independencia del país.

Los acontecimientos del siglo XX enterrarían en gran parte la memoria de las atrocidades del Congo, que hoy día muchos clasifican como uno de los peores genocidios, con lo que han quedado ocultas las raíces de la profunda inestabilidad crónica que ha acompañado a la República Democrática del Congo en toda su historia.

“La producción del trabajo libre”, caricatura de denuncia de la explotación del Congo por Leopoldo II.
Obtenido de: https://rwandaises.com/wp-content/uploads/2019/02/CaricatureJohnGrandCarteret.jpg

Bibliografía consultada

Grimberg, Carl. Historia Universal. Tomo 34. Revista Bohemia, C. A. Caracas, 1988.

Historia Universal. Tomo 3. Ediciones Nauta, S.A. Barcelona, España. 1982.

Pirenne, Jacques. Historia Universal. Las Grandes Corrientes de la Historia. Vol. VI. Editorial Éxito. Barcelona, España. 1972.

Enciclopedía Barsa. Encyclopaedia Britannica Publisher, Inc. México. 1980.

Barnes, Harry Elmer. Historia de la economía del mundo occidental. Unión Tipográfica Editorial Hispano Américana. México. 1955.

Join @niboe on Telegram

Autor

Jeison Padilla

Educador, historiador y colaborador en nibö

Licencias

nibö

2020 - nibö - Divulgación científica responsable e inclusiva.

Información sobre nosotros

  • Equipo editorial
  • Acerca de nibö
  • Licencias
  • Política de privacidad
  • Contacto

Síguenos

Sin resultados
Ver todos los resultados
  • Bio+Geo+Ambiente
  • Física+Química
  • Tecnología+Web
  • Cultura+Sociedad
  • Salud+Mente

2020 - nibö - Divulgación científica responsable e inclusiva.

Welcome Back!

O

Login to your account below

Forgotten Password?

Create New Account!

O

Fill the forms bellow to register

All fields are required. Log In

Retrieve your password

Please enter your username or email address to reset your password.

Log In
🍪 Utilizamos cookies para que tengas una mejor experiencia al usar nuestra web. Si sigues navegando este sitio, asumiremos que estás de acuerdo.Aceptar